¿Qué es un SIL?
Un SIL de alto grado del cuello uterino es una lesión precancerosa. Incluye al CIN II y CIN III.
El CIN I no es una lesión precancerosa en sí misma, sino una infección con el Virus del Papiloma Humano (VPH), que en un 90% de los casos se cura por sí sola.
CIN II puede progresar, aunque en la mitad de los casos el cuerpo lo elimina espontáneamente. Este estadio, en ocasiones especiales, se puede tratar de manera más conservadora, vigilando bajo ciertas condiciones y permitir que el cuerpo lo elimine por sí mismo.
CIN III rara vez se cura por sí solo. La mayoría de estos casos evolucionan a cáncer con el paso de los años. Para evitarlo, es necesario un diagnóstico temprano. Por ello, el ginecólogo realiza el PAP o más modernamente, la prueba de HPV para detectarla oportunamente. En caso de anomalías derivará a la paciente a una consulta especializada en tracto genital inferior (TGI).
¿Qué es una consulta con un especialista en TGI?
Es una consulta especializada para la detección de lesiones precancerosas en los genitales femeninos, es decir, en la vulva, la vagina y el cuello uterino. El ginecólogo que realiza esta consulta ha recibido formación adicional y cuenta con experiencia práctica para diagnosticar estas lesiones de manera segura e indicar el tratamiento adecuado. Podrá realizar una evaluación con el colposcopio y eventualmente, una o más biopsias.
¿Qué es una conización?
La conización es el procedimiento estándar para tratar las lesiones precancerosas del cuello uterino. Aunque el término sigue utilizándose, hoy en día se emplea con menos frecuencia en la vida cotidiana. Actualmente, el tratamiento más moderno para lesiones graves en el cuello uterino es la escisión con radiofrecuencia, es decir, la extirpación de la zona afectada mediante un procedimiento quirúrgico bajo control colposcópico. Este procedimiento es realizado por especialistas capacitados para eliminar la lesión de manera segura, minimizando la cantidad de tejido extraído para minimizar la afectación de la función del cuello uterino y evitar un futuro embarazo dificultoso.
Seis meses después de la operación, se debe realizar un control con colposcopía, citología y, dentro del año, una prueba de VPH. En al menos el 80% de los casos, estos controles resultan negativos, lo que confirma el éxito del tratamiento. Si la prueba de VPH sigue siendo positiva, no es motivo de alarma, pero sí una señal de que los controles deben continuar.
¿Qué es una infección por VPH?
La infección con el Virus del Papiloma Humano (VPH) es muy frecuente, especialmente en mujeres jóvenes. En la mayoría de los casos, el sistema inmunológico elimina la infección sin consecuencias. Solo en un pequeño porcentaje de personas representa un riesgo.
El VPH es un grupo de virus con más de 200 tipos identificados. Sin embargo, solo algunos de ellos pueden causar cáncer del cuello uterino. Los más peligrosos son los tipos 16 y 18. La mayoría de las mujeres infectadas con estos tipos los eliminan en un período de 1 a 2 años. Sin embargo, algunas mujeres no logran eliminar la infección, lo que la vuelve la infección crónica por VPH, aumentando el riesgo de desarrollar lesiones precancerosas.
La infección crónica por VPH es un factor de riesgo importante y el tabaquismo es el principal cofactor que puede contribuir a su persistencia y progresión.
Información sobre el LEEP
Esto se refiere a la extracción de parte del cuello uterino, empleando una asa por la que discurre una energía eléctrica llamada radiofrecuencia. La radiofrecuencia permite el corte y la coagulación del tejido con mínimo sangrado.
A los pocos días de la operación, vas a estar teniendo un flujo grisáceo, negruzco, habitualmente bastante abundante y, ocasionalmente, con un olor fuerte, el flujo puede persistir por 2 o 3 semanas y puede ser de consistencia homogénea y / o compuesto por distintos fragmentos heterogéneos de color oscuro.
Debés saber que luego de la cirugía, algunas pasto sobre la herida que une como amarando un y un olor a óxido, que va a estar eliminando luego de transcurridos 5 a 10 días de la cirugía. Es posible que expulses un "tapón" de lo que cubre el flujo mencionado anteriormente.
Es esperable tener dolor tipo menstrual y sugerimos usar ibuprofeno 600 cada 8 horas los primeros 2–4 días postoperatorios.
También debés saber que aproximadamente 8% de las personas sometidas a estos procedimientos sufren hemorragias fuertes (mayor a una menstruación) que requieren algún tipo de intervención adicional. En caso de que esto suceda, debés dirigirte inmediatamente a la Guardia de Ginecología del Hospital Británico. Siempre hay alguien del equipo disponible que se podrá comunicar contigo para que atendamos el problema.
En resumen solo es señal de alerta médica el caso de hemorragias fuertes o fiebre >38ºC !
Las secreciones y molestias / dolores pueden variar según cada mujer, y son normales.
Debemos volver a vernos unos 15 días después de la cirugía para conversar sobre los resultados de la biopsia.